SALTOS DE ESQUÍ

Tras una noche vieja tradicional, no se puede empezar mejor el año que con el clásico concierto de año nuevo, para terminar el mismo aplaudiendo el Danubio Azul exaltándose los allí presentes, entre otros el gran Roger Moore.

Después un poco de zapping de la 1 a La 2 y llegan los esperados saltos de esquí desde Garmisch - Partenkirchen, ciudad del estado de Baviera, cerca de Austria, donde se celebraron los JJOO de invierno de 1936. Bajo los interminables trampolines, la nieve del suelo apenas se ve al estar poblada de público aplaudiendo y alentando a los saltadores de nacionalidades, eslovenas, austriacas, suizas, suecas, noruegas, italianas, rusas, checas, alemanas, finesas, japonesas, polacas, francesas, kazanas, ucranianas y no sé si se me olvida alguna mas.

Todos los saltos tienen una belleza especial, los deportistas se ponen prácticamente paralelos a sus esquíes, horizontal al suelo desde el aire ¡qué belleza!. Los saltos alcanzan mas de cien metros de longitud. Tras una eliminación por parejas, comienza la segunda y última manga desde la puerta veinticinco y genial TVE, que ya no pone anuncios y por un momento largo, voz a sus retransmisiones, con lo cual un servidor con mi escaso alemán no me enteraba de nada. De pronto sobre la 15:30, se escucha "me oyes" "creo que sí" "hola,hola, hola, hola" "si" "ejem, ejem, ejem" y ya por fin piden disculpas y sigue la transmisión, eso si, con voz.Los saltos cada vez son mas largos, 136 metros, 136 y medio, 137, hasta que llega el suizo Simon Amman y vuela hasta 143 metros y medio, nuevo record en este trampolín. La alegría es máxima y por altavoces se escucha ya solamente "SI-MON A-MMAN- TRALARALARA".

A pesar del record hay que contar con la media de los dos saltos por lo que solamente logra el tercer puesto y el campeón es el Austriaco Gregor Schalierenzauer que por segunda vez en su corta carrera , consigue el torneo al igual que hace dos años.

Bello espectáculo el visto y señores de TVE, espabilen que no han empezado bien el año.