LA VÍA LÁCTEA

Todo llega a su fin, todo o casi todo, en estas fechas en que aun se recuerdan los 80´s y la “Movida”, todavía quedan lugares de culto de aquellos días.
Desaparecidos ya, la Bobia en el Rastro, el Rock-Ola, la Sala Morasol, etc… aun perduran de aquellos tiempos, garitos como El Sol, El Penta o La Vía Láctea.
De este último voy a escribir ahora, aprovechando una visita que realicé hace poco.
La Vía nació dicen por 1979, aunque no se por que, me parece que ha existido toda la vida, ya que desde el balcón de la casa donde habitaban Mr Yo y Colombo lo veía y no recuerdo la carbonería, que allí se ubicaba. Almodóvar, Moncho Alpuente, Poch, Lady Clarita, Paco Clavel, El Fugitivo, El Coyote, Kike Turmix, el gran rojiblanco Iñaqui Fernández, Brandon Flowers y sus chicos pinchando a Björk y Red Hot Chilli Peppers, cuando apenas se los conocía y muchos mas famosos se dejaban caer por alli, tomando una copa, asistiendo a un concierto, escuchando música, o como una noche de Reyes, contemplando un striptease.
Si vemos Historias del Kronen, podemos contemplar que su decorado ha cambiado poco, muchas pantallitas pequeñas de TV, carteles de eventos y las paredes granates, antes azules. A pesar de no cambiar en exceso su interior sigue triunfando noche tras noche, con sus llenos a rebosar, con tales colas de entrada que te puedes pasar allí toda la noche.
La música: rock and roll, punk, soul, twist y temas de las décadas de los 50, 60, 70… no ha cambiado apenas. Hacia tiempo que no escuchaba en una noche a Hodoo Gurus, The Cramps, Guadalcanal Diary, Watermelon Man, The Miracle Workers, The Fuzztones y mas clásicos como los Rolling, fue lo escuchado en mi reciente visita.
Todo el mundo suele hablar bien del bar, hay muy buen ambiente, céntrico, nada menos que en Malasaña, en la calle Velarde, 18 al ladito del 2 de mayo.
Los precios……. Ni idea se encargó OB y no lo recuerdo, eso si, garrafón no hay.
Un lugar donde uno debe dejarse caer, tomarla en un ambiente variopinto e inigualable y bailar envuelto en su buena música.
"No podía separarse del servicio de España sin la voluntad expresa del rey, de su cuerpo y de sus padres" dijo el cántabro Velarde al ofrecerle unirse a la causa Napoleónica. Hoy diría:” no pueden separarme de La Vía Láctea, de sus copas, su ambiente y su música, mientras siga abierta”