BÉLGICA 18 ESPAÑA 10

La Selección española de rugby ha caído 18-10 ante los Black Devils en Bélgica y se ha dejado en Bruselas la plaza mundialista directa para la que necesitaba recabar esta última victoria en el Campeonato de Europa. Los hombres de Santiago Santos intentaron mostrar su mejor juego sobre el Little Heysel, pero un polémico arbitraje del árbitro Vlad Iordachescu, curiosamente rumano, que pitó 18 infracciones en contra de los Leones, que los locales aprovecharon para convertir en puntos en seis ocasiones, terminaron condenando a los españoles. El colegiado dejó sin sancionar otras muchas infracciones de Bélgica (a la que solo penalizó en 8 ocasiones). Eso sin comentar los lugares y momentos estratégicos que eligió para sancionar las faltas de un equipo y del otro, rompiendo constantemente el ritmo de España cuando atacaba y favoreciendo claramente al equipo belga en diferentes fases del juego. Un duro golpe para los Leones, que ceden la plaza directa a Rumanía y ahora deberán enfrentarse primero a Portugal y luego a Samoa por un puesto de repesca en Japón.

El encuentro comenzó a las 13:00 sobre un terreno de juego congelado y con el clima de que era un día especial en el que España podría conseguir algo grande. Sin embargo desde el primer minuto los hombres de Santos no encontraron sensaciones en el campo y no eran capaces de deleitarnos con el juego al que nos tienen acostumbrados y que tantas gargantas ha he hecho vibrar esta temporada en el Central. La Selección belga aprovechó todas las infracciones que se pitaron en contra de España para irse al descanso 12-0 arriba, una diferencia grande pero remontable que dejaba todavía el partido abierto a la épica en la segunda.

Sin embargo los últimos 40 no fueron diferentes a los primeros y los Leones no consiguieron encontrar los puntos, hasta que en el 62 el pilier ordiziarra Fernándo López insuflaba algo de esperanza con el único ensayo del encuentro, transformado por Peluchón, que poco después pasaba entre palos un certero golpe de castigo que colocaba a España a sólo un ensayo de distancia, 15-10 en el marcador. Sin embargo un nuevo golpe de castigo en contra de los Leones ponía fin a las esperanzas de llevarse el partido y lograr la plaza directa al mundial, y cerraba el partido 18-10.