domingo, 13 de diciembre de 2015

EUROPEAN CHALLENGE CUP: VRAC 62 KITURO 0

El VRAC confirmó frente al Kituro las buenas sensaciones que había mostrado frente al Timisoara y
que esperanzaban el primer triunfo europeo del equipo de Diego Merino, tan merecido y bienvenido como alguno de los últimos títulos que ha conseguido el club.
Minuto diez, diez puntos de ventaja. El VRAC no dio ningún tipo de opción al Kituro, que apenas jugaba en territorio quesero. El Entrepinares dominaba todas las fases del juego y se sentía cómodo y poderoso. Primero Griffiths transformó un castigo premiando el empuje inicial de los de Merino. Poco después, una buena jugada de oval a la mano por el perfil izquierdo del ataque del VRAC, terminó con Rodrigo López consiguiendo el primer ensayo del partido. Griffiths no falló y el Quesos se lanzó en el marcador.
La ventaja se amplió cumplido el primer cuarto de hora del partido. Tras varias melés en las que quedó de manifiesto que Kituro poco tenía que hacer en el empuje, el VRAC insistió y terminó ensayando por medio de Stefano Tucconi. Tampoco en esta ocasión erraba Griffiths la patada. El partido quedaba sentenciado con el ensayo de Guillermo Mateu, tras un buen amago que le abrió el camino para colocar el 29-0 y que antes del descanso se convertía en 36 tras una carrera de Pedro de la Lastra que aumentaba su valor con la inapelable zurda de Griffiths.
La segunda parte, que se presentaba plácida para el VRAC, comenzaba con un nuevo ensayo de Mateu bajos palos, que facilitaba otros siete puntos con la patada de Gas que suponía el 43-0. Berny Hall e Ignacio Molina conseguían otros dos ensayos, pasados por Álvaro Ferrández. Merino dosificaba a los suyos pensando en Italia y el equipo se empleaba defensivamente con contundencia para conseguir dejar el marcador a 0. Sobre la bocina, Mateu certificaba el definitivo 62-0.
Con esta contundente victoria, el VRAC Quesos Entrepinares consigue otro de los objetivos marcados a nivel de club desde hace muchos años: ganar a nivel europeo. No es un título, pero sí un éxito más que sumar a los méritos queseros, incalculables en el último lustro.

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