El equipo español llegaba a la final tras dejar en el camino a Alemania en cuartos (11-0) y a Rusia en semifinales (30-7), y haciendo alarde del nuevo planteamiento de juego que busca el seleccionador Santiago Santos: juego de movimiento y continuidad. Enfrente se encontraba la siempre complicada Rumanía, rival directo de España en categorías superiores y en esta ocasión, también para los S19.
El partido se planteaba muy físico, sabiendo que los rumanos son conocidos por su tamaño y su contundencia en delantera, además del juego a la mano de su línea. Pero eso no ha sido suficiente para doblegar a los Leones; que llevan llevaban trabajando desde la categoría S18 de manera continua con un grupo de trabajo unido.
Durante la primera parte, parecía que España tenía más ganas. Con la posesión del balón, los Leoncitos hacían mucho daño en las fases estáticas, golpeaban duro con la delantera por fuera, y rompían la línea de defensa rumana en repetidas ocasiones. Lograban acorralar a los de amarillo dentro de su veintidós, de donde solo podían salir con el pie; devolviendo la posesión o yendo a la touch. A los diez minutos de juego, el bloqueo del balón dentro de la zona de marca propiciaba a una melé a cinco, de la que salía el balón para abrirlo al ala, consiguiendo Guillermo Dominguez inauguraba el marcador. El resto de la primera parte venía marcado por el claro dominio de España. Un golpe de castigo centrado con el tiempo cumplido les daba un soplo de vida a los rumanos para irse al descanso con un 5 a 3.
En la reanudación, la posesión de balón cambiaba de dueño, y pasó a manos rumanas; pero la buena organización defensiva y los buenos contactos de España les hacían retroceder metro a metro. Dominando en la fases de conquista como la melé y la touch, las patadas de Rumanía hacían retroceder a España y no les dejaban finalizar. A los siete minutos de la segunda parte, en otra jugada de juego abierto, esta vez era Gonzalo Del Río quien posaba el balón y Andrea Rábago quien lo transformaba. Diez minutos más tarde, y tras una muy buena presión a la salida del balón en un ruck, los Leones recuperaban el balón y una carrera de Samuel Parry le dejaba solo para ensayar. El tiempo pasaba y el juego se iba asentando cada vez más para los pupilos de Santiago Santos. A falta de más de diez minutos, el partido quedaba prácticamente sentenciado con un ensayo de Jon Zabala que volvería a pasar entre palos Rábago; para poner el 24 a 3 definitivo. España desplegó su mejor juego de continuidad e hizo muestra de su gran contundencia en defensa para lograr así el primer título de Campeones de Europa, en el haber español de categorias inferiores.
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