SilverStorm El Salvador ha ganado al VRAC Quesos Entrepinares 23-24 y, de ésta manera, ha
conseguido su octavo título de Liga y segundo doblete, al haber conquistado también la Copa, tras el logrado en el 2007. En un partido muy igualado, con una parte para cada equipo, definieron el físico de los chamizos y el pie de Sam Katz que se despidió de la grada del Pepe Rojo rompiendo la racha de Ligas consecutivas de su eterno rival y definiendo a El Salvador como el nuevo dominador del rugby español.
Con la revancha puesta en la mente salió el VRAC Quesos Entrepinares que tardó solamente un minuto en ponerse por delante de su eterno rival gracias al internacional español Gareth Griffiths. Refrendó su dominio inicial con un ensayo de Nuno que se aprovechaba de un fallo de Alberto Díaz al recepcionar una patada del zaguero luso. Cuando parecía que la final el Quesos la iba a cerrar en los primeros 40 minutos llegó la reacción Chamiza: después de una conquista clara en touch los hombres de Juan Carlos Pérez armaban un maul que avanzaba desde la línea de 22 hasta la zona de marca y Dani Marrón posaba el primer ensayo para el SilverStorm. Cómo no, Katz, no fallaba y ponía a los blanquinegros a un punto de sus rival en el minuto 12.
A partir de ahí comenzó un nuevo duelo de pateadores entre Griffiths y Sam Katz, que en la primera parte ganó Gareth al lograr dos golpes, en el 27 y el 31, por uno sólo del chamizo. Con 14-10 en el marcador se llegó al descanso.
La segunda parte comenzó igual que acabó la primera, un golpe del Quesos era contestado con uno de El Salvador y estos dos a su vez con un magnífico drop de Griffiths. Con el VRAC a 4 puntos llegaba en el 65 la amarilla a Nuñez, que dejaba su equipo 10 minutos con un hombre menos y en dejaba en bandeja la final al Quesos.
Los últimos 10 minutos fueron de infarto: primero golpeó Raphaël Blanco culminando una gran jugada de la tres cuartos de El Salvador y que adelantaba, por primera vez en el partido, a su equipo. Dos minutos más tarde Griffiths contestaba con otro golpe que ponía dos arriba a su equipo y parecía que sería suficiente para conseguir la quinta Liga consecutiva para el VRAC. Pero en el 79, con el SilverStorm volcado al ataque un fuera de juego de la línea de defensa local ponía en bandeja a Sam Katz la despedida perfecta del club El Salvador, dándoles una Liga ante su eterno rival y rompiendo la racha de cuatro títulos del campeonato nacional consecutivos.
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