Paseando, con Don Emilio, por Segovia, las tripas estaban sonando, nos encontramos, con Don Albino, al cual conocía Don Emilio y le preguntamos por un sitio, para comer, muy amablemente nos recomendó un restaurante en Pza. Mayor 4, Restaurante José, yo tenia hambre y quería comer algo de la tierra castellana, al entrar nos atendieron muy amablemente y mas aún al decir que íbamos de parte de Don Albino, el propietario Don José nos comentaba, que Don Albino había sido el decorador del local, el cual se reformó hace pocas fechas, se notaba que todo era nuevo, destacaba la barandilla y algún que otro cuadro, utilizando tonos claros para dar sensación de mayor amplitud al local, cuadros de bodegones claros, predominando las botellas y particular toque abstracto, la reforma venia dada también por adquirir el local continuo, que creo era una librería..
Nos sentamos y la carta apenas la miramos al ver que tenían menú por veintitantos €uros y se componía de Judiones de la Granja o Sopa Castellana y de segundos, Cordero o Cochinillo. Don Emilio pidió sopita y cochinillo, un servidor lo contrario. Pero ahí apareció Don José a los pocos minutos y casi ordenó a Don Emilio, el cual se justificaba de pedir sopa por tener familia gallega, que comiera judiones, no se arrepintió mi acompañante, que judías mas suaves, ni un pellejo suelto ni detectado en el paladar, la salsa compacta, pero no excesivamente espesa, el chorizo suave y la cantidad que quisiéramos, bien empezamos, los segundos llegaron, la verdad es que el cochinillo no me gustaba y digo gustaba por que Emilio (ya sin Don) me lo dio a probar, riquísimo, crujiente, caliente y sin nada de grasa, ya podía haberme avisado Don José, en cambio el cordero, le faltaba estar mas jugoso, aunque se podría haber comido, por qué en ese momento, sonó el móvil y era mi chica y me la empezó a montar, mira que me tiene dicho Mascherato, que en la mesa se debe de apagar el móvil, como se iba calentando la conversación y me salí fuera, se calentaba mas y me saque la comida, seguía con el embrollo y cuando me di cuenta unos amigos de Clarita habían dado fin de mis viandas, ya colgué y volví al salón. Bueno siguiendo con la comida, de beber pedimos una botella de vino de la casa, Cenciren, Valdepeñas, bueno un vino sin lagrima, rojo oscuro (rubí) vino suave y con poco olor, tal vez algo a musgo. Postres, Emilio nada, pero se comió la mitad de mi exquisito pastel de queso, con mermelada de frambuesa, suave, fresco y muy tierno, con mermelada casera por encima, riquísima, la verdad. También pedimos dos cafés, con hielo, bueno y azúcar y tal y Don José nos ofrece una copita. Nosotros que sabíamos que se habían cumplido 50 años de algo importantísimo, este año, no, no, no es el quincuagésimo aniversario del estreno en Broadway de West Side Story, sino del comienzo producción de Whisky DYC, el whisky español con categoría internacional (Palazuelos de Eresma, Segovia) mas concretamente en febrero, aunque no se comercializo, hasta un año y un mes después, con tal motivo han sacado un PURA MALTA y pedimos una copa además de la cuenta, nos pusieron una botella casi entera, en ese momento como salido de la nada apareció, Ambrosio, digo Albino (se acabaron los Dones) y la dolorosa o cuenta, mas bien dolorosa, porque era de 73,90 €; yo pregunte, que como era posible y nos dijeron que en vez de menú nos habían puesto carta, moraleja especificarlo si vais por ahí, ante mi asombro me dijeron que las copas eran de parte de la casa y yo agarré la botella, la cual dimos fin de ella entre los tres. Después Albino nos hizo un pequeño, pero intenso tour por el restaurante.
Una vez finalizada, fuimos a tomar algún café mas y copa, para terminar por recomendación de Albino un deliciosa Ponche Segoviano, nos despedimos y para la capital.
Siendo justos los judiones y el cochinillo, eran riquísimos, espero que vayáis allí, cuando Segovia, sea Capital Europea de la Cultura........ y sino también.
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