Querid@s cinefil@s:De nuevo esta refinada gata ha ido al cine tras un parón vacacional, en esta ocasión he presenciado una gran película, que veremos si con el tiempo no será definida como “de culto” por los mas expertos del séptimo arte.
El club es un film triste, muy triste, desde la historia misma, hasta la ubicación, personajes, clima, etc..
Cuatro sacerdotes, conviven en un lugar perdido en el mundo, están ahí para redimir sus pecados, bajo la atenta mirada de una cuidadora. La tranquilidad de la que disponen se va truncar con la llegada de un nuevo sacerdote, que atormentado y apenas instalado, va a tomar una determinación, debido a la llegada de “Sandokan” un hombre criado en la iglesia y destruido por ella, será el culpable de acabar con la paz de los clérigos y hará que vuelvan los fantasmas del pasado de los otros cuatro, que en algún momento de sus vidas aprovecharon de malas formas su poder, que les da la iglesia.
Para poder llevar mejor su monótona vida, a ellos les une un galgo, curiosamente única raza de perro que menciona la biblia y con el que ganan carreras y dinero en la alejada aldea, pero debido a los últimos sucesos parece que estas rutinas van a acabar.
Casi cien minutos de hostilidad, tragedia y dureza que Pablo Larraín deja de manifiesto todas sus habilidades, en esta obra maestra, que se estrena este viernes y que fue galardonada en el Festival Internacional de Cine de Berlín, donde ganó el Oso de Plata-Gran Premio del Jurado.
Recordar que por lo vista estas casas de redención, existen, al menos en Chile.
2 comentarios:
Buena pero muy dura. Sales del cine coin un poquito de mal rollo en tu cabeza. Como para no creer enn la humanidad.
No hay potestad legítima en el mundo que no esté amenazada en sus derechos; amenazadas están en todos los pueblos la paz, la justicia, la civilización cristiana y la libertad verdadera.
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