que no pasa el tiempo, en el “nuevo” Barclaycard Center, el Palacio de Deportes de toda la vida, donde siempre me acuerdo del Moncho cogiendo la copa de campeones de Madrid, ya ha llovido.
Ante unas 6000 personas, en su mayoría gays, siendo la australiana su icono, sobre todo desde el 2010 en Madrid que cantó para miles de madrileños en las fiestas del orgullo, ya antes de empezar tenia el público ganado.
Ella a sus 46 años, sabe que ya no tiene que competir con las estrellas de la actualidad, es lista y utiliza su experiencia para seguir triunfando, aunque cantar lo que se dice cantar, posiblemente sea la mejor en su género.
Pocas, son las canciones que conozco de la cantante, pero se que presentaba su disco `Kiss me once’ y comenzó el concierto, saliendo tumbada en un glamuroso sofá con forma de morritos y rodeada de bailarines y bailarinas, que al igual que ella, cambiaban de vestuario constantemente.
Les sex, fue el comienzo de las dos horas, aproximadas, de concierto, en el que se mostraba muy contenta con el público, que estaba entusiasmado, firmo un disco a un espectador y luego salió un muchacho sirio con barba, emocionado, con una Barbie caracterizada con la que decía dormir todas las noches, un selfie y un beso, fue el premio junto a su minuto de gloria para el afortunado.
Un baño en una bañera que en vez de espuma era de plumas y nos canta el "I should be so lucky" para torturarnos durante una media hora con corazoncitos y flamenquitos de fondo de escenario, para a estas alturas ya estaba allí bailando casi todo el mundo, "Need you tonight", versionada por ella no sonó nada mal ya vestida con cueros negros, que me recordaba las noches en el Sombras.
Halagos a los presentes en un claro castellano e inglés.
Pasa a cantar Beatiful, la canción que canta con Enrique Iglesias, pero sin él claro está. Mas temitas, con horrorosos trajes de los bailarines y ahora si que todos bailando y quitándonos años con el temazo de Little Eva, “The Loco -motion” su primer éxito, sin lugar a dudas, en la dilatada carrera de Kylie.
Can't Get You Out of My Head, su gran éxito, nos la hizo cantar a todos los presentes a capela, como era de esperar y ya en el bis nos cantó Into de blue, para poner fin a un concierto que dejó claro que queda Kylie para rato.
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